Con la llegada del otoño y el invierno aumentan las infecciones respiratorias.
Nada hay más imprescindible para la vida que el oxígeno. El oxígeno del aire llega a la sangre, cuyos glóbulos rojos lo transportan a todos los tejidos, a través de nuestro aparato respiratorio.
El aparato respiratorio tiene también una función excretora, sobre todo del dióxido de carbono generado en la combustión metabólica, así como de otras sustancias tóxicas.
Todas nuestras células precisan estar bien oxigenadas. De ahí la importancia de que los pulmones, y el aparato respiratorio en conjunto funcionen adecuadamente.
Los alimentos que ingerimos pueden afectar, para bien o para mal, a la función respiratoria. Así , por ejemplo, el exceso de sal y ciertos aditivos conservantes y colorantes, entre otros, favorecen las crisis asmáticas, estrechan los bronquios y dificultan así la respiración.
Por otro lado, la cebolla, el ajo, los puerros, el rábano y otros vegetales ricos en esencias, ejercen el efecto contrario: dilatan los bronquios, facilitan la eliminación de la mucosidad y mejoran el paso del aire a través de las vías respiratorias. Además, ejercen una acción antiséptica y antibiótica, facilitando la eliminación de los gérmenes que a menudo infectan las vías respiratorias.
Los higos y los dátiles suavizan y protegen la mucosa bronquial.
Las hortalizas coloreadas, como la zanahoria, aportan beta-caroteno (provitamina A) que, junto con la vitamina C, previene el cáncer de pulmón.
No nos olvidemos de la miel, un auténtico alimento-medicina. La miel ejerce una suave acción expectorante y antitusígena. En gárgaras, alivia la irritación de garganta, las amigdalitis y las faringitis debido a su acción antiséptica.
Os vamos a proponer unas recetas que se han elaborado teniendo en cuenta estas recomendaciones
Crema de cebolla
Ingredientes (4 raciones)
- 750 g de cebolla
- 3 cucharadas de salsa de tomate tradicional
- 1 litro de agua
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- sal marina
Realización
- Pelar, lavar y picar la cebolla
- Poner el agua en una cazuela y, cuando rompa a hervir, incorporar la cebolla, la sal y el aceite. Hervir durante 15 minutos.
- Triturar la cebolla con la batidora, añadir la salsa de tomate y hervir 5 minutos más. Servir calentito.
La cebolla es una auténtico alimento medicinal. Hervida pierde el olor característico de la cruda, aunque conserva la mayor parte de sus propiedades medicinales.
Esta crema de cebolla conviene especialmente en los siguientes casos:
Afecciones del aparato respiratorio, como la bronquitis y la sinusitis, debido a la acción expectorante y antibiótica de la cebolla. Los carotenoides del tomate, responsables de su color rojo, también contribuyen al buen estado de las mucosas respiratorias.
Compota de higos y peras
Ingredientes (4 raciones)
- 8 peras
- 8 higos
- 50 g de pasas (uvas desecadas) preferiblemente sin semillas
- 1 palo de canela
- ½ limón (cáscara)
Realización
- Pelar las peras y lavar los higos
- Poner en una cazuela las frutas y la canela y cubrir con agua. Hervir a fuego lento hasta que el agua se haya reducido a un almíbar.
- Retirar la piel de limón y la canela. Servir frío.
Puede endulzarse durante la cocción añadiendo azúcar o en el momento de servir.
Espolvorear con canela en polvo. También se puede añadir nata montada.
Esta compota de higos y peras constituye un postre muy recomendado para quienes padecen del aparato respiratorio, debido a la acción expectorante y suavizante que el higo ejerce sobre los bronquios.
Esperamos que os hayan gustado estas recetas fáciles y saludables. Os dejamos los links de los productos a la web.